Thursday, 26 April 2012

Las propuestas del 15M como llave para una nueva Revolución sistémica. De la era industrial a la era tecnotrónica.

Más importante aún sería redefinir el significado de la democracia moderna y fijar metas sociales ambiciosas y concretas (…) Sea como fuere, la innovación política tendrá una envergadura de largo alcance, sobre todo  a medida  que el proceso político asimile progresivamente el cambio científico-tecnológico. Zbigniew Brzenzinski “La era tecnotrónica”.
Los señores del dinero sin fronteras buscan que uses la herramienta Internet, no para transformar tu realidad, sino para insertarte dentro del mundo globalizado tal cual es: Un paraíso empresarial de la sociedad de consumo capitalista. Manuel Feytas ”Internet y redes sociales: El mercado es tu cabeza”.
(Una opinión de ANTIMPERIALISTA) En mis primeros análisis sobre el 15M y el movimiento de los Indignados, mi principal preocupación fue la de tratar de demostrar que éstos no eran más que fenómenos sociales diseñados, creados e impulsados por los laboratorios de ingeniería social de la oligarquía neoliberal.
En el anterior artículo sobre el 15M, analicé, a través del Informe Transforma España, los deseos de la oligarquía neoliberal de aumentar su actual tasa de beneficios, es decir, de conseguir aumentar el actual grado de explotación (esclavitud) que sufren los seres humanos, mediante la implantación de reformas y transformaciones del actual sistema político y económico.
En éste, intentaré explicaros cómo las propuestas políticas del 15M y del movimiento de los indignados servirán de excusa para emprender cambios y reformas políticas que, bajo la falsa apariencia de mejoras democráticas, acabarán entregando totalmente al Estado en manos de la oligarquía neoliberal, para poder así desarrollar plenamente sus aspiraciones esclavistas sin apenas resistencia y con el mayor consenso social.
Para llevar a cabo lo anterior, me centraré en el análisis de una de las principales demandas políticas del 15M, y en las verdaderas intenciones que se esconden tras la misma; es decir, el del aumento del grado de participación ciudadana, en el actual sistema de democracia representativa. Una demanda que, curiosamente, coincide con una de las planteada por la oligarquía española, en el Informe Transforma España: “Esta hibridación de roles conducirá al nacimiento de vehículos de transformación social que capitalicen la energía/inteligencia colectiva, cierren brechas entre Ciudadanos y Administradores, y creen puentes entre compartimentos ahora estancos. En todo este proceso, una nueva Sociedad Civil debe emerger y encontrar su nueva misión, identidad y voz. Para ello, combinará materializaciones más convencionales y “físicas”, con nuevas formas más innovadoras y “virtuales” (1).
Pero ¿son realmente las intenciones de la oligarquía española aumentar el nivel de participación de los ciudadanos en la vida política (lo cual sería deseable, pero que, por otra parte, resulta totalmente utópico en el actual marco social esclavista)? O ¿por el contrario, su objetivo es aumentar el grado de control social de los dominados, bajo la apariencia de mejoras democráticas?
Para responder a esta pregunta basta con echar un vistazo a la forma en que, tanto desde el movimiento 15M como desde la oligarquía, se pretende articular esta “participación ciudadana” en la vida política española. Algo que quedó perfectamente delineado en la presentación del libro “Mando a Distancia: herramientas digitales para la revolución democrática” (2), escrito por el ideólogo neoliberal Lorenzo Abadía, en la que también intervinieron, durante el debate posterior, el tecnócrata globalista e impulsor de la plataforma No Les Votes, Enrique Dans, el portavoz de Democracia Real Ya, Olmo Gálvez, así como otros elementos derechistas como Pedro López Arriba, miembro ejecutivo del Club Liberal Español, o Miguel Prados.
Lorenzo Abadía es actual responsable de infraestructuras del PP de Zaragoza y, en su día, fue secretario ejecutivo provincial de dicho partido. Actualmente es coordinador de “Red Democrática”, grupo de organizaciones de derechas y mantiene vínculos con el Club Liberal y con el Movimiento de Ciudadanos por la República Constitucional (MCRC), republicanos derechistas dirigidos por Antonio García-Trevijano.
Como bien expresa en el subtítulo de su libro “herramientas digitales para la revolución democrática”, Abadía propone articular la participación ciudadana en la vida política (y aquí es donde viene el engaño) usando como medio internet, pues “la sociedad del conocimiento nos ha brindado a los ciudadanos postmodernos la posibilidad de aplicarlo sin incurrir en desgaste alguno…mecanismos auxiliares que en momentos determinados el ciudadano como mecanismo de control sobre la clase dirigente puede poner en marcha…mandar a distancia a la clase política a través del mando a distancia. Se trata de que el ciudadano pueda mandar a la clase política a través del mando a distancia, desde su casa”. Este discurso fue apoyado y defendido, en líneas generales, por el resto de participantes en el acto, que conciben internet como una especie paraíso de la independencia y de la libertad. Y todo ello, a pesar de ser internet un invento del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, ideado y creado en plena Guerra Fría (ARPAnet), para hacerse con el control total de las telecomunicaciones. Un invento que sólo se decidió abrir al público, cuando se vio que éste podía llegar a ser mucho más beneficioso que perjudicial para sus creadores. Unos antecedentes históricos interesadamente olvidados por estos apologistas de la red, en todos sus discursos.
Uno de los principales responsables de que internet pasara del campo militar al civil fue el maquiavélico Zbigniew Brzenzinski (leal vasallo de la multimillonaria familia Rockefeller), quien en su libro “La era tecnotrónica” (3), teorizaba sobre el impacto que puede tener la tecnología y la electrónica, especialmente en el área de los ordenadores y las comunicaciones, como medio para modelar cultural, psicológica, social y económicamente una sociedad.
Este impacto de la tecnología y la electrónica se ha puesto de manifiesto muy claramente en las recientes revueltas árabes, donde la combinación de internet, teléfonos móviles y medios de comunicación de masas convencionales, como la televisión y la radio, ha sido de gran utilidad para los proyectos neocolonizadores de Estados Unidos en el norte de África y Oriente Medio (4).
Esto último es una clara prueba de que internet (a pesar de la mitificación del mismo en los últimos tiempos), lejos de ser una “herramienta” independiente e imparcial, sirve a unos intereses muy particulares y muy bien definidos, los de sus amos: la oligarquía imperialista.
Es por ello, que proponer el uso de internet, como un medio de participación ciudadana (tal y como predican los apóstoles de la indignación), es poner a la sociedad y al Estado completamente en manos de la oligarquía imperialista, quien los controlará y los manipulará como nunca antes podía haber imaginado.
Además, este proceso de imposición masiva de internet a los ciudadanos, con la excusa de ser utilizada como herramienta de participación  política, es también un proceso para el tránsito masivo de estos mismos ciudadanos, de la vida real a la realidad virtual, de la era industrial a la era tecnotrónica, en la que serán moldeados a imagen y semejanza del mercado global. Sin duda, la realización de la pesadilla orwelliana.
Notas:
(1) Informe Transforma España, página 21,http://www.transformaespaña.es/images/stories/Informe_te.pdf
(2) “En Democracia Real Ya siguen sin cortarse un pelo” http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/06/en-democracia-real-ya-siguen-sin.html
(3) “La era Tecnotrónica”, Zbigniew Brzenzinski,http://es.scribd.com/doc/42370128/La-Era-Tecnotronica
(4) “Los dictadores no dictan, obedecen ordenes”, Michel Chossudovsky,http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121483

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