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Thursday, 26 April 2012

Informe Transforma España: “Organizar el caos”, hacia la Revolución neoliberal (y el 15-M como excusa).

“La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de las sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país” (Edward L Bernays, padre de la Ingeniería Social neoliberal)
“Un príncipe que quiere hacer grandes cosas necesita aprender a engañar” (Maquiavelo, Discursos)
Advertencia (en calve sarcástica): Se recomienda abstenerse de la lectura de este artículo a todas aquellas personas que siguen percibiendo el 15-M como un fenómeno independiente y popular y no como un producto más de ingeniería social creado e impulsado por la oligarquía dirigente, pues su idealismo o su ingenuidad les impedirá comprender análisis como éste, descarnadamente realistas y conscientes del alto poder de manipulación de dicha oligarquía.
En el siguiente artículo, no perderé más tiempo en demostrar que el 15-M (a escala local) y el movimiento de lo indignados (a escala internacional) no son más que meros productos de ingeniería social neoliberal destinados a crear un estado de opinión pública determinado (malestar social y demanda de cambios) pues esto es algo que creo que ha quedado sobradamente probado ya en anteriores artículos (propaganda masiva del fenómeno a través de los diferentes aparatos mediáticos, apoyo y colaboracionismo de las instituciones estatales y de personas vinculadas al establishment, utilización de estrategias propias del marketing empresarial…), y que, cada vez, se hace más evidente para todas aquellas personas libres de prejuicios y creencias ideológicas varias (un ejemplo es el reciente apoyo al 15-M del multimillonario jugador de baloncesto de los Ángeles Lakers, Pau Gasol).
Aquí, tan sólo me ocuparé ya de analizar los objetivos buscados por la oligarquía dirigente con todo este drama, representado en tres actos (la crisis fue el primero, las revueltas de los indignados el segundo y el planteamiento de reformas y transformaciones es el tercero o desenlace). Para ello, me basaré en el Informe Transforma España, lanzado hace más de un año por la Fundación Everis, y suscrito por el conjunto de la oligarquía española (BBVA, Santander, La Caixa, Grupo PRISA, Vocento, Repsol, CEPSA, Telefónica, Bankinter, MAFRE, Barclays, Inditex… La lista completa la podrás encontrar en la pag. 24) y un grupo de supuestos representantes de la sociedad civil, todo ellos vasallos de los primeros (entre los que destaca el apóstol mediático del 15-M, Eduardo Punset).
El motivo de acudir a este Informe es debido a que, si las revueltas de los indignados son un producto planificado, creado e impulsado por la propia oligarquía (como ha quedado en evidencia), para conocer los objetivos que se esconden tras este proyecto, es necesario saber la solución que dicha oligarquía plantea a demandas similares a las planteadas por los primeros (depuración política, participación ciudadana, empleo, acceso a la vivienda…), unas soluciones que precisamente aparecen recogidas en el Informe Transforma España.
No soy, precisamente, un experto conocedor del hipócrita y falsario lenguaje macroeconómico, utilizado en el Informe Transforma España, cuyo objetivo es camuflar teorías y prácticas destinadas a aumentar el grado de explotación de la especie humana, en beneficio de una élite minoritaria (y muy posiblemente perturbada psicológicamente), pero haré un esfuerzo. Es por ello que os animo a hacer vuestro propio análisis del Informe Transforma España y a sacar vuestras propias conclusiones, pues si no son estas salvajes medidas neoliberales (contenidas en dicho Informe) las que pretenden aplicarnos, en un futuro a corto plazo, serán otras no muy diferentes.
Lo primero que hace el Informe de la oligarquía española es situar a la crisis económica global y local en el centro del debate y como el principal problema a resolver. Algo que llevan haciendo muy disciplinadamente, desde hace algún tiempo, todos los medios de comunicación de masas capitalistas y la mayor parte de las organizaciones políticas, sindicales y sociales. Utilizando términos teatrales, podríamos decir que la crisis fue el primer acto de este nuevo drama de la sociedad del espectáculo, destinado a crear sensaciones de alarma y angustia entre el gran público, que permitan una más fácil manipulación del mismo.
“Y de repente, más tímidamente en el 2007 y ya de lleno en el 2008 y 2009, llega la crisis interna, al compás de una crisis global, igualmente dura, aunque con ingredientes y síntomas distintos.” (pag. 11)
Concretando un poco más, en el apartado 2 del Informe, “Radiografía y diagnóstico”, tras un engañoso e interesado análisis de la economía española, se hace un negativo y catastrofista balance de la situación actual, centrando las causas del problema en el estancamiento del modelo productivo, motivado principalmente, según el informe, por la deficiente capacidad de competitividad del mismo (la competitividad debe de ser entendida aquí, como la capacidad del sistema para generar un mayor grado de plusvalía, algo que sólo se consigue aumentando el grado de explotación de los trabajadores, pag. 52); la  rigidez del marco productivo, situando a la falta de flexibilidad laboral como el factor más determinante de la misma (esta flexibilidad debe ser entendida como la posibilidad de de aumentar el grado de explotación de los trabajadores, pag. 62) y la inmadurez del modelo estatal para solucionar todo lo anterior (es decir, el insuficiente compromiso del aparato estatal con un aumento del grado de explotación de los trabajadores, pag 73).
Sintetizando un poco, el análisis de la oligarquía española sitúa el origen del “problema” del siguiente modo: el modelo productivo basado en la explotación de los seres humanos se ha estancado, debido, principalmente, a la rigidez del marco productivo, que no permite mayores grados de explotación y al modelo de Estado, que no colabora lo suficiente en dicha explotación.
Para solucionar el “problema”, la oligarquía plantea en su informe una serie de propuestas, que con toda seguridad serán las que terminen por aplicarse en la tercera parte del drama (el desenlace). Unas propuestas que, camufladas bajo un lenguaje engañoso e hipócrita (lenguaje que nada tiene que envidiar a la neolengua pensada por George Orwell en su distopía “1984”), serán probablemente presentadas como respuestas a las demandas populares planteadas en el segundo acto de este drama (movimiento de los indignados). Debido al carácter engañoso y manipulador de tales propuestas, trataré aquí de hacerlas lo más comprensibles que me sea posible.
Ya, en la introducción, el Informe empieza a esbozar la solución al “problema”.
“La clave pasa por convertir estos momentos de coyuntura económica adversa en la oportunidad para la transformación estructural y sistémica que le permita ser un país plenamente adaptado a las nuevas realidades de mañana y pasado mañana.” (pag. 9)
“esta crisis se puede convertir en un excelente acicate a la hora de abordar cambios profundos y múltiples con mayor consenso, corresponsabilidad, humildad y capacidad de sacrificio. Como dijo John. F. McDonnell, entonces patrón de McDonnell Douglas Corporation, «si ya es difícil que un colectivo en dificultad cambie, es prácticamente imposible que lo haga cuando exhibe todos los signos externos del éxito; sin el acicate de una crisis o un periodo de gran tensión, la mayor parte de los colectivos – al igual que la mayor parte de las personas – es incapaz de cambiar los hábitos y actitudes de toda una vida».” (pag. 11)
“El reto no es de evolución, sino de transformación. Se trata de repensar y refundar todos los pilares del sistema-país.” (pag. 14)
Según se desprende de las anteriores afirmaciones, el objetivo es una especie de revolución sistémica, que transforme las actuales estructuras. Un hecho importante, a tener en cuenta, en las anteriores declaraciones, es que el propio Informe reconoce, con total descaro, que la misma crisis es una gran “oportunidad” para afrontar cambios estructurales, que estos grandes oligarcas consideran necesarios para “solucionar la crisis” (en este informe, la falsaria idea “solucionar la crisis”, debe ser entendida como “aumentar los beneficios empresariales”), y que de otra manera serían imposibles de poner en práctica. Es decir, el Informe acaba reconociendo que la actual crisis es beneficiosa para desarrollar los objetivos buscados por estas élites financieras (otro claro indicio de la autoprovocación de la crisis, junto al de su difusión masiva a través de los medios de comunicación de masas capitalistas).
Estos cambios o transformaciones sistémicas serían puestos en práctica, más o menos, de la siguiente forma.
El hecho de tratarse en muchos casos de retos estructurales, los asocia irremediablemente con cambios lentos y prolongados en el tiempo. Esto refuerza, si cabe todavía más, la urgencia de iniciarlos cuanto antes.” (pag.15)
Con esta idea, se pretende blindar, a lo largo de los años, los cambios y reformas que se introducirán de golpe, con la excusa de que se trata de un proceso largo. Es decir, tras la falsa idea de un proceso largo, se esconde la intención de que los cambios introducidos de golpe, no sean tocados en mucho tiempo.
“Por el carácter sistémico de los cambios a acometer, este momento de oportunidad único para España exige un consenso y corresponsabilidad sólidos entre el máximo de fuerzas políticas del país y la Sociedad Civil.” (pag.15)
Según esta última afirmación, la oligarquía reconoce que es necesario un consenso masivo (o su escenificación) para la consecución de estas transformaciones revolucionarias. Esto es debido a la necesidad de hacer pasar como “demandas populares”, otra cosa que no son más que medidas “impuestas” o “inducidas”. Con este objetivo (aunque ellos, como es natural, no quieran reconocerlo) debe ser entendido el impulso de fenómenos sociales de masas, como el 15-M o movimiento de los indignados, que reclaman transformaciones revolucionarias. Esto servirá para justificar la introducción de cambios sistémicos (aunque éstos terminen yendo en una dirección muy diferente a la pretendida por los indignados), con el consenso social necesario. Un ejemplo, para comprender esto, es el fenómeno del terrorismo, con el que se justifica el crecimiento del estado policial, bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo, pero que finalmente se acaba utilizando para controlar más a todo el conjunto de la sociedad.
Es decir, tras la apariencia de un proceso de larga duración de cambios y reformas sistémicas que responden a unas supuestas demandas populares, se esconde un golpe de Estado en toda regla, por parte de los “mercados”.
Otra idea general que se desprende, tras la lectura total del Informe, es la de la intención de una completa supeditación de la economía española a la economía global.
El Informe, además de una ideología radicalmente neoliberal, en la que el valor principal es la obtención del máximo beneficio económico, a expensas de lo que sea, y en la que se considera al ser humano como un autómata, mero productor de valor (plus valor), está impregnado por una visión claramente globalista. En este sentido, propone la total supeditación de España a la economía neoliberal globalista, en la que se supeditarán los intereses particulares de las naciones a unos supuestos intereses globales, regidos por los principios de la economía neoliberal. En otras palabras, se propone supeditar a una dictadura totalitaria, al servicio de los intereses privados de las corporaciones multinacionales, los intereses del conjunto de la población española.
“Cuando el modelo-país está alineado con las reglas de juego del entorno global, y se movilizan adecuadamente los vectores de crecimiento y competitividad sostenible desde una perspectiva social, empresarial y financiera, el desarrollo resultante tiene potencial de “milagro” socioeconómico.” (pag.14)
“La construcción de un nuevo sistema-país “sano” ha de llevarse a cabo también siempre mirando hacia afuera, hacia un mundo lleno de oportunidades y globalmente conectado e interdependiente. Las nuevas reglas de juego han demostrado primero que, en el mapa global, ningún país está ya solo, para lo bueno y para lo malo; y segundo que lo local es importante pero siempre como parte de un todo-país y un todo-mundo. Obsesionarse con cerrar artificialmente un país al resto del mundo o “mirarse al ombligo”, son, a medio y largo plazo, un harakiri en toda regla. Al contrario, hay que poner todo el énfasis en descubrir cómo abrir inteligente y provechosamente el país al mundo” (pag. 87)
Para llevar a la práctica las anteriores propuestas generales (revolución del sistema, para adaptarlo a una economía neoliberal globalista), el Informe propone una serie de medidas más concretas.
- Búsqueda de la máxima rentabilidad en el proceso de explotación del ser humano. Búsqueda del explotado perfecto: adaptable, moldeable y dispuesto siempre al servicio de los intereses de las corporaciones capitalistas.
“Cabe repensar pues todo el modelo de creación y gestión del talento y conocimiento de las personas que componen una sociedad, desde el núcleo familiar hasta el entorno profesional y post-profesional, pasando por el Sistema Educativo y las comunidades sociales.” (pag. 17, 96)
“la clave pasa por crear un verdadero mercado del talento transparente, justo, flexible, proactivo y dinámico, con una fuerte movilidad geográfica, sectorial y organizativa, y abierto a importar/exportar talento con el resto del mundo.” (pag.18, 97)
Conversión del individuo en perfectos autómatas (pag. 53, ventana para la inteligencia colectiva)
- Aumento de los niveles de competitividad para conseguir mejores resultados económicos. La única forma de conseguir esto, en una sociedad regida por los principios de la economía neoliberal, es aumentando el grado de explotación de la clase obrera (aumentar las horas de trabajo y reducir los sueldos), no hay otra.
“La competitividad es, al mismo tiempo, el ingrediente clave y la consecuencia básica de la ecuación económica de un país.” (pag. 18, 97)
- Desaparición del Estado del Bienestar, tal y como lo entendemos hasta ahora, es decir, desaparición de los derechos sociales, en aras de su privatización.
“en cualquier núcleo social, una percepción completa por parte de los miembros del qué, porqué y cuánto de los usos y disfrutes, conduce rápidamente a la definición del mejor (más útil, efectivo y eficiente) conjunto de activos para el bienestar, tanto individual como colectivo, que se puede permitir el núcleo social en cuestión.” (pag. 19, 98)
En otras palabras, sólo disfrutará de derechos sociales aquél que se los pueda pagar.
- Remodelación del sistema financiero actual para abrir nuevos campos a la economía especulativa (internet, ecología, etc), es decir, a la economía basada en la venta de un producto por encima de su valor real.
“El concepto de capital financiero inteligente que se plantea aquí se cimienta en una racionalización y profesionalización de agentes e instrumentos, una conexión con todos los agentes y usuarios potenciales (incluyendo colectivos muy pequeños y singulares, en particular todos aquellos relacionados con la Economía del Conocimiento), todo ello combinado con una mayor capacidad de regulación y auto-regulación para detectar y anticiparse a anomalías, excesos y burbujas. (pag.19, 98)
- Transformación del actual modelo de administración pública en aras de una mayor centralización y, por lo tanto, de un mayor control totalitario.
La vertebración del aparato público en múltiples ámbitos de actuación (geografías, competencias, intermediarios, etc.) y su concepción heredada, en muchos aspectos, de un pasado ya caduco, obligan a una revisión profunda del papel, alcance, organización, modelo de prestación y ámbito de proximidad de las Administraciones Públicas.” (pag. 20, 99)
- Poner a disposición de los intereses de las corporaciones financieras y, por lo tanto, a los valores neoliberales más salvajes, a todo el país.
“la estrategia y gestión de la marca-país debe dejar de ser una actividad colateral, artesanal e individual, para convertirse en condición necesaria de toda estrategia de creación y proyección de valor de un país.” (pag. 20, 99)
- Institucionalización de todo lo anterior, es decir, institucionalización de la Revolución neoliberal.
“definición de un nuevo plano estratégico estable y claro en el que se desenvuelvan los grandes ejes de transformación estructural del país. Este plano establecerá guías de medio y largo plazo institucionalizadas, que trasciendan a ciclos electorales” (pag. 21, 100)
- Transformación del modelo participativo de los ciudadanos en la sociedad,  hacia un modelo tecnotrónico (basado en las telecomunicaciones) fácilmente controlable y manipulable.
“una nueva Sociedad Civil debe emerger y encontrar su nueva misión, identidad y voz. Para ello, combinará materializaciones más convencionales y “físicas”, con nuevas formas más innovadoras y “virtuales”. (pag. 21, 100)
El Informe acaba haciendo un llamamiento a la urgencia.
“El hecho de tratarse en muchos casos de retos estructurales, los asocia irremediablemente con cambios lentos y prolongados en el tiempo. Esto refuerza, si cabe todavía más, la urgencia de iniciarlos cuanto antes.” (pag. 105)
Por lo cual, es muy probable que en breve, veamos los primeros pasos de esta nueva Revolución neoliberal. De momento, el pasado 21 de junio, el Congreso español aprobó por unanimidad, estudiar las propuestas del 15-M.
Por último, el Informe termina advirtiéndonos sobre un futuro duro e incierto.
“Culminar la transformación requerirá en efecto de un proceso largo, extremadamente largo en el tiempo, en el que se tendrá que acometer una aparentemente interminable lista de acciones y reacciones. ¿Impaciencias y desánimos? Los habrá y muchos.” (pag. 107)
Sin duda, en un futuro próximo, asistiremos a nuevas representaciones teatrales, diseñadas e impulsadas por la ingeniería social neoliberal, con el objetivo de apuntalar su Revolución, y en las que los ciudadanos representaremos, como siempre, el papel más duro y doloroso.
Bibliografía:
Informe Transforma España: http://www.xn--transformaespaa-crb.es/images/stories/Informe_te.pdf

Las propuestas del 15M como llave para una nueva Revolución sistémica. De la era industrial a la era tecnotrónica.

Más importante aún sería redefinir el significado de la democracia moderna y fijar metas sociales ambiciosas y concretas (…) Sea como fuere, la innovación política tendrá una envergadura de largo alcance, sobre todo  a medida  que el proceso político asimile progresivamente el cambio científico-tecnológico. Zbigniew Brzenzinski “La era tecnotrónica”.
Los señores del dinero sin fronteras buscan que uses la herramienta Internet, no para transformar tu realidad, sino para insertarte dentro del mundo globalizado tal cual es: Un paraíso empresarial de la sociedad de consumo capitalista. Manuel Feytas ”Internet y redes sociales: El mercado es tu cabeza”.
(Una opinión de ANTIMPERIALISTA) En mis primeros análisis sobre el 15M y el movimiento de los Indignados, mi principal preocupación fue la de tratar de demostrar que éstos no eran más que fenómenos sociales diseñados, creados e impulsados por los laboratorios de ingeniería social de la oligarquía neoliberal.
En el anterior artículo sobre el 15M, analicé, a través del Informe Transforma España, los deseos de la oligarquía neoliberal de aumentar su actual tasa de beneficios, es decir, de conseguir aumentar el actual grado de explotación (esclavitud) que sufren los seres humanos, mediante la implantación de reformas y transformaciones del actual sistema político y económico.
En éste, intentaré explicaros cómo las propuestas políticas del 15M y del movimiento de los indignados servirán de excusa para emprender cambios y reformas políticas que, bajo la falsa apariencia de mejoras democráticas, acabarán entregando totalmente al Estado en manos de la oligarquía neoliberal, para poder así desarrollar plenamente sus aspiraciones esclavistas sin apenas resistencia y con el mayor consenso social.
Para llevar a cabo lo anterior, me centraré en el análisis de una de las principales demandas políticas del 15M, y en las verdaderas intenciones que se esconden tras la misma; es decir, el del aumento del grado de participación ciudadana, en el actual sistema de democracia representativa. Una demanda que, curiosamente, coincide con una de las planteada por la oligarquía española, en el Informe Transforma España: “Esta hibridación de roles conducirá al nacimiento de vehículos de transformación social que capitalicen la energía/inteligencia colectiva, cierren brechas entre Ciudadanos y Administradores, y creen puentes entre compartimentos ahora estancos. En todo este proceso, una nueva Sociedad Civil debe emerger y encontrar su nueva misión, identidad y voz. Para ello, combinará materializaciones más convencionales y “físicas”, con nuevas formas más innovadoras y “virtuales” (1).
Pero ¿son realmente las intenciones de la oligarquía española aumentar el nivel de participación de los ciudadanos en la vida política (lo cual sería deseable, pero que, por otra parte, resulta totalmente utópico en el actual marco social esclavista)? O ¿por el contrario, su objetivo es aumentar el grado de control social de los dominados, bajo la apariencia de mejoras democráticas?
Para responder a esta pregunta basta con echar un vistazo a la forma en que, tanto desde el movimiento 15M como desde la oligarquía, se pretende articular esta “participación ciudadana” en la vida política española. Algo que quedó perfectamente delineado en la presentación del libro “Mando a Distancia: herramientas digitales para la revolución democrática” (2), escrito por el ideólogo neoliberal Lorenzo Abadía, en la que también intervinieron, durante el debate posterior, el tecnócrata globalista e impulsor de la plataforma No Les Votes, Enrique Dans, el portavoz de Democracia Real Ya, Olmo Gálvez, así como otros elementos derechistas como Pedro López Arriba, miembro ejecutivo del Club Liberal Español, o Miguel Prados.
Lorenzo Abadía es actual responsable de infraestructuras del PP de Zaragoza y, en su día, fue secretario ejecutivo provincial de dicho partido. Actualmente es coordinador de “Red Democrática”, grupo de organizaciones de derechas y mantiene vínculos con el Club Liberal y con el Movimiento de Ciudadanos por la República Constitucional (MCRC), republicanos derechistas dirigidos por Antonio García-Trevijano.
Como bien expresa en el subtítulo de su libro “herramientas digitales para la revolución democrática”, Abadía propone articular la participación ciudadana en la vida política (y aquí es donde viene el engaño) usando como medio internet, pues “la sociedad del conocimiento nos ha brindado a los ciudadanos postmodernos la posibilidad de aplicarlo sin incurrir en desgaste alguno…mecanismos auxiliares que en momentos determinados el ciudadano como mecanismo de control sobre la clase dirigente puede poner en marcha…mandar a distancia a la clase política a través del mando a distancia. Se trata de que el ciudadano pueda mandar a la clase política a través del mando a distancia, desde su casa”. Este discurso fue apoyado y defendido, en líneas generales, por el resto de participantes en el acto, que conciben internet como una especie paraíso de la independencia y de la libertad. Y todo ello, a pesar de ser internet un invento del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, ideado y creado en plena Guerra Fría (ARPAnet), para hacerse con el control total de las telecomunicaciones. Un invento que sólo se decidió abrir al público, cuando se vio que éste podía llegar a ser mucho más beneficioso que perjudicial para sus creadores. Unos antecedentes históricos interesadamente olvidados por estos apologistas de la red, en todos sus discursos.
Uno de los principales responsables de que internet pasara del campo militar al civil fue el maquiavélico Zbigniew Brzenzinski (leal vasallo de la multimillonaria familia Rockefeller), quien en su libro “La era tecnotrónica” (3), teorizaba sobre el impacto que puede tener la tecnología y la electrónica, especialmente en el área de los ordenadores y las comunicaciones, como medio para modelar cultural, psicológica, social y económicamente una sociedad.
Este impacto de la tecnología y la electrónica se ha puesto de manifiesto muy claramente en las recientes revueltas árabes, donde la combinación de internet, teléfonos móviles y medios de comunicación de masas convencionales, como la televisión y la radio, ha sido de gran utilidad para los proyectos neocolonizadores de Estados Unidos en el norte de África y Oriente Medio (4).
Esto último es una clara prueba de que internet (a pesar de la mitificación del mismo en los últimos tiempos), lejos de ser una “herramienta” independiente e imparcial, sirve a unos intereses muy particulares y muy bien definidos, los de sus amos: la oligarquía imperialista.
Es por ello, que proponer el uso de internet, como un medio de participación ciudadana (tal y como predican los apóstoles de la indignación), es poner a la sociedad y al Estado completamente en manos de la oligarquía imperialista, quien los controlará y los manipulará como nunca antes podía haber imaginado.
Además, este proceso de imposición masiva de internet a los ciudadanos, con la excusa de ser utilizada como herramienta de participación  política, es también un proceso para el tránsito masivo de estos mismos ciudadanos, de la vida real a la realidad virtual, de la era industrial a la era tecnotrónica, en la que serán moldeados a imagen y semejanza del mercado global. Sin duda, la realización de la pesadilla orwelliana.
Notas:
(1) Informe Transforma España, página 21,http://www.transformaespaña.es/images/stories/Informe_te.pdf
(2) “En Democracia Real Ya siguen sin cortarse un pelo” http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/06/en-democracia-real-ya-siguen-sin.html
(3) “La era Tecnotrónica”, Zbigniew Brzenzinski,http://es.scribd.com/doc/42370128/La-Era-Tecnotronica
(4) “Los dictadores no dictan, obedecen ordenes”, Michel Chossudovsky,http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121483

Monday, 23 April 2012

Anonymous otra excusa como al-Qaeda, para justificar la barbarie imperial.

Como ya he advertido en anteriores artículos, Anonymous, la organización de hackers informáticos que utiliza la máscara de Guy Fawkes (tonto útil que el Imperio Británico utilizó para justificar su política expansionista) como emblema, podría ser utilizado (u otra serie de colectivos de hackers), así como sus supuestas ciberacciones de sabotaje, para justificar agresiones militares contra los pueblos o legislaciones cada vez más totalitarias.
Anonymous y sus acciones constituyen una estrategia de ataques de bandera falsa perfecta, pues nadie (excepto aquéllos que tenemos claro que internet es una herramienta totalmente controlada por el Pentágono y, por lo tanto, que éste es el único que puede ejecutar tales acciones) conoce el origen y procedencia de dichos ataques , pero padecen sus consecuencias (principalmente mediáticas). Se trata del enemigo invisible perfecto, para justificar políticas totalitarias e imperialistas.
Además, el mito de los hackers sirve para mitificar, a su vez, la falsa independencia de internet, consiguiendo difundir el uso masivo de esta herramienta de control social total, entre la población mundial, bajo la apariencia de un medio de comunicación indefenso y descentralizado, cuando es, precisamente, todo lo contrario.
En el siguiente vídeo de la cadena de televisión Rusia Today, Eva Golinger nos muestra los pasos que se están dando en este sentid

Thursday, 22 March 2012

LEMA DEL PODER: " OS NECESITO INDIGNADOS DE OTRA MANERA SE ACABARIA MI JUEGO "INDIGNAOS PUES"!

http://antimperialista.blogia.com/2011/090501-lema-del-poder-os-necesito-indignados-de-otra-manera-se-acabaria-mi-juego.-indig.php

Lema del poder: “Os necesito indignados, de otra manera se acabaría mi juego. ¡Indignaos pues!”

Si el poder no hiciera lo posible por cabrearte, por indignarte, por enfadarte, tú no entrarías en su juego y se le acabaría el "negocio". Si el poder no idease y promocionase dramas que alimenten tu deseo de venganza (crisis, guerras, catástrofes), tú, sencillamente, te marcharías. Si el poder no nos hubiera hecho sentir como necesaria la superación de sí mismo, para alcanzar la “felicidad”, hace tiempo que ya no estaríamos aquí.

Pero el poder necesita tenerte cerca, pues de no tenerte cerca no podría continuar con su juego.

Y para tenerte cerca, el poder, primero de todo, necesita que le odies irracionalmente, para que te enfrentes a él; para que tengas como único fin superarle, de tal forma que nunca te separes de su lado; para que nunca pienses ni siquiera en alejarte de él. Para ello te pincha, te muerde, te araña, incluso él mismo te hace creer que puedes llegar a superarle, que puedes llegar a tomar tú el poder, y que con tal superación todo mejorará.

El poder nos hace creer que es un obstáculo para nuestras vidas; que se interpone en el desarrollo de ellas; que sólo enfrentándonos a él y superándole, conseguiremos nuestra plenitud vital. Pero con ello sólo conseguimos una cosa: retroalimentar el juego del poder.

Es como pretender acabar con el fútbol jugando al fútbol contra el mejor rival. Aunque le ganáramos sólo habríamos conseguido una cosa: perfeccionar el juego del fútbol, no acabar con él. Desde ese momento, nos tocaría a nosotros defender nuestro "reinado" frente a los demás, dando así continuidad al juego.

El poder sabe que, para sobrevivir, necesita que le odies; necesita de una oposición que le retroalimente, no sólo con la finalidad de servirle como excusa para ejercer su poder, sino para que, usándote como vehículo, pueda, con otro disfraz, asentarse de nuevo en el trono con aún más fuerza que antes, lo cual, a su vez, provocará el nacimiento de una nueva oposición, cuya finalidad será la de volver a dar cuerda al juego. Y así, una y otra vez, haciéndolo cada vez más "perfecto", como diría el viejo Herbert Spencer (1) (aunque, personalmente, pienso que el calificativo de "psicopático" es el más adecuado en este caso).

El objetivo esencial buscado en el juego del poder no es la victoria, sino tu eterna fidelidad al juego mismo; que no le abandones; que no busques otra salida, pues sin ti, su juego se acaba. Sin tu participación sería imposible dar continuidad a lo que no es otra cosa que un perverso círculo vicioso.

Por todo esto, tu indignación y tu lucha contra el poder es tan sólo una garantía de supervivencia para él, pues expresa tu voluntad de no plantearte una vida sin él; de no separarte jamás de él.

Para él, todo esto está muy claro, quizás algún día lo queramos tener claro nosotros.

Notas:
(1) Herbert Spencer fue el padre del darwinismo social, teoría pseudocientífica creada, exclusivamente, con la finalidad de justificar y enmascarar el carácter psicopático del juego del poder.





El enfrentamiento entre opuestos cómo garantía de supervivencia del sistema patriarcal-autoritario.

Casi todos los partidos han comprendido que para seguir existiendo les interesa que el partido opuesto no pierda fuerza; lo mismo cabe decir de la gran política. Una creación nueva, en especial, como el nuevo Reich, precisa más de enemigos que de amigos: sólo se siente necesario y sólo llega a ser necesario, frente a su antítesis. Friedrich Nietzsche. (1)

La política es el arte de engañar a los hombres. d'Alembert.

http://antimperialista.blogia.com/2011/090501-lema-del-poder-os-necesito-indignados-de-otra-manera-se-acabaria-mi-juego.-indig.php


(Una opinión de ANTIMPERIALISTA) Advertencia: La siguiente reflexión podría llegar a escandalizar a muchos lectores, lo cual, por otro lado, podría servir para hacerles comprender que quizás muchas de sus concepciones sobre la realidad social están basadas en dogmas e ideales y no en una observación racional o científica de dicha realidad. No es mi función ejercer de moralista, ideólogo o de consejero espiritual de nadie, sino analizar e interpretar los hechos sociales, según los conocimientos y datos de que dispongo actualmente, con la mayor sinceridad posible, por duro que esta interpretación pueda resultar, por lo que nadie espere encontrar en esta reflexión ningún tipo de propuesta vital o social, sino tan sólo una interpretación muy personal de la sociedad patriarcal y de sus mecanismos de autoprotección.

La única forma de conseguir mantener unas estructuras autoritarias de poder (económicas, jurídicas, militares, policiales, intelectuales…), en una sociedad dada, es gracias a un continuo y perpetuo enfrentamiento (o a la escenificación del mismo) entre dos opuestos, con independencia de quién ejerza el poder en cada momento y de su signo ideológico. Igualmente, la única manera de fortalecer tales estructuras es mediante el enconamiento de dicho enfrentamiento.

Esto es lógico, pues, mientras subsista el enfrentamiento, la existencia de relaciones de poder de dominación-sometimiento serán necesarias, y cuanto más dure o más intenso se haga, más se esforzará el dominador por someter al dominado y, con ello, más se perfeccionará el sistema.

Por esto, se podría decir que el verdadero poder (que dista mucho de ser el llamado poder político) no tiene ni más ni menos interés en que un partido u otro sea el que alcance el gobierno, sino en que el enfrentamiento subsista y, con ello, el modelo de sociedad de estructuras autoritarias que a él le interesa. Una sociedad a la que podríamos denominar patriarcal-autoritaria.

El interés en el mantenimiento y fortalecimiento de este tipo de sociedad de estructuras autoritarias (de dominación-sometimiento) se debe a la necesidad que tiene el poder de movilizar a amplias masas poblacionales en un mismo objetivo: la producción por encima del desarrollo personal de los individuos; conseguir que los seres humanos vivan para trabajar y no trabajen para vivir; en otras palabras, conseguir mantenerles en la esclavitud. Todo lo anterior sólo puede llevarse a cabo a través de un modelo de sociedad jerarquizada, con estructuras autoritarias de poder que propicien un “juego social” encaminado a la productividad, por encima del desarrollo personal de los individuos.

El objetivo de esta reflexión no es tanto analizar cómo estas estructuras de poder consiguen dirigir al hombre hacia el productivismo o esclavismo (2), sino demostrar cómo se fortalecen y se renuevan, a través del enfrentamiento entre opuestos, para lo cual veremos varios ejemplos.

Antes de la Revolución de Octubre de 1917, los zares, durante siglos, ejercieron el poder político en Rusia, perfeccionando una sociedad de estructuras autoritarias, gracias al continuo enfrentamiento que tuvieron que librar contra enemigos externos (otros países) e internos (clases ascendentes como la burguesía), un enfrentamiento que además sirvió para movilizar a amplias masas poblacionales en la defensa inconsciente de dicho modelo de sociedad. Con la llegada al poder de los bolcheviques y la necesidad de éstos de defender a la naciente Revolución, tanto de enemigos externos (países capitalistas y fascistas) como internos (fuerzas pro-zaristas financiadas por la antigua aristocracia y por varias potencias extranjeras), se dio una vuelta de tuerca más en el fortalecimiento de las estructuras autoritarias de poder (dominación-sometimiento). Primero La Guerra civil en Rusia, después la Segunda Guerra Mundial y, por último, el largo periodo que duró la Guerra Fría fueron los pasos seguidos para perfeccionar una sociedad de estructuras autoritarias, que hicieron que Rusia, en apenas 7 décadas, pasara de ser una sociedad casi medieval a una de las sociedades más industrializadas del mundo.

En general, todos los procesos revolucionarios idealistas han sido de gran utilidad para implicar a amplias masas poblacionales en la defensa de estructuras autoritarias de poder. Unas masas que, de otro modo (es decir, si no hubieran estado dominados por fuertes ideales), jamás hubieran pensado en implicarse, voluntariamente, en la defensa de estructuras de dominación, las cuales, como ya he señalado, provocan, por su propia naturaleza, un “juego social” que conduce, invariablemente, al productivismo.

Otros ejemplos son los casos de Palestina o el pueblo saharaui, históricamente pueblos nómadas y libres que, gracias a la táctica del enfrentamiento con un opuesto, han llegado a ser domesticados hasta tal punto, que se ha conseguido que la práctica totalidad de sus miembros llegue a reclamar como necesaria la creación de Estados similares a los de sus enemigos, es decir, Estados de estructuras autoritarias de poder. De este modo, independientemente del triunfo de Marruecos o del Frente Polisario; de Israel o de Palestina, el triunfo ha sido y será del modelo de sociedad patriarcal de estructuras autoritarias, al conseguir que sean los propios sometidos los que exijan sus cadenas; un modelo que pondrá en práctica el vencedor, con independencia de quién sea.

El actual conflicto que vive Libia podría encuadrarse en todo este juego de renovación y fortalecimiento de las estructuras patriarcales autoritarias, a través del enfrentamiento entre opuestos. En un primer momento, la llegada al poder de Gadafi supuso, como en la URSS, un paso revolucionario en el fortalecimiento de las anteriores estructuras de dominación-sometimiento, implicando a la gran mayoría de los habitantes libios, que hasta entonces practicaban un modo de vida nómada y tribal, en un mismo objetivo, la construcción de un Estado de estructuras autoritarias, con la excusa de defenderse frente a los enemigos externos e internos. Estas estructuras, junto a la excusa de la protección del nuevo régimen, hicieron que Libia diera un paso revolucionario para la transformación del país en una sociedad eminentemente productivista. El enfrentamiento armado que vive Libia en la actualidad (año 2011) entre el gobierno de Gadafi y opositores pro-occidentales, independientemente del resultado final, tiene un mismo objetivo: movilizar a amplias masas poblacionales en la defensa de un modelo de sociedad con estructuras autoritarias, pues en el caso de ganar el actual gobierno será necesario un fortalecimiento de las estructuras de dominación, con la excusa de contener al enemigo; y en el caso de ganar los opositores, éstos reforzarán todavía más tales estructuras, con la excusa de consolidar el nuevo régimen frente a los defensores del antiguo. Todo ello, como ya sucedió con la llegada de Gadafi al gobierno, repercutirá también directamente en un progresivo aumento del productivismo o esclavismo de los individuos.

En el caso de los estados capitalistas actuales sucede algo parecido. Al poder no le importa ser odiado, sino todo lo contrario, en cierta medida lo necesita, de tal forma que en muchas ocasiones, y utilizando sus propios medios de comunicación no es extraño que haga publicidad de sus propias maldades (brutalidad policial, corrupción política, voracidad de los mercados o incluso en algunas ocasiones ponga al descubierto, intencionadamente, la perversidad de sus dirigentes) (3), todo con el fin de provocar una reacción entre las masas, para que siempre exista uno o varios grupos sociales enfrentados a él y, gracias a los cuales, pueda justificar sus estructuras autoritarias de poder. En este sentido, los llamados grupos terroristas han sido el ejemplo más extremo de la gran ayuda que unos supuestos opositores han prestado a los estados capitalistas modernos, para la justificación de tales estructuras de poder.

Pero estas estructuras de poder, como ya he dicho, necesitan ser renovadas y fortalecidas periódicamente, en todos los estados, sin importar el signo ideológico del gobierno de turno, por eso no es extraño que se permita, en determinados momentos, la llegada al gobierno de un determinado país a la oposición más recalcitrante (o al menos a parte de sus reivindicaciones), de tal forma que las viejas estructuras autoritarias de poder (auténtico poder, muy por encima del político) se refuercen para proteger al nuevo gobernante. La ilusión del cambio serviría para implicar nuevamente a los sometidos en la defensa de estructuras de sometimiento.

En este sentido el 15-M o movimiento de los indignados, impulsado de forma descarada por personajes estrechamente vinculados con las actuales estructuras de poder (Stephane Hessel, Eduard Punset o Baltasar Garzón), tiene el objetivo de escenificar un enfrentamiento con el actual régimen (antiguo régimen), de tal forma que una vez alcanzados sus objetivos (nuevo régimen), las estructuras autoritarias de dominación-sometimiento sirvan para proteger lo nuevo frente a lo viejo. Es decir, el cambio supondría una renovación y un fortalecimiento de las estructuras de dominación de siempre, que, con la excusa de proteger lo nuevo frente a lo viejo, cobrarían nuevos bríos (4). La clásica estrategia gatopardista de cambiar algo para que todo siga igual alcanzaría aquí su máxima expresión.

En resumen, la sociedad patriarcal autoritaria y sus estructuras de poder (dominación-sometimiento) necesitan del continuo enfrentamiento entre opuestos (independientemente del resultado), para renovarse y fortalecerse, pues de extinguirse este enfrentamiento, dichas estructuras de poder (verdadero poder) no tendrían razón de ser, al no ser consideradas como necesarias entre los individuos. Unas estructuras de poder sin las cuales sería imposible asegurar el productivismo o esclavismo.

Algunos historiadores (5) utilizan la figura de Espartaco y de su lucha contra Roma, como un ejemplo para explicar el modo en que funciona la estrategia del enfrentamiento, como método para mantener vivas las estructuras de poder de dominación-sometimiento, propias del sistema patriarcal, independientemente de quién resulte el vencedor.

Según estos historiadores, la lucha mantenida por Espartaco y su ejército de esclavos contra la Roma imperial, sirvió a ésta para justificar sus estructuras autoritarias (donde el ejército era uno de los principales protagonistas) y movilizar a la población de Roma en defensa de las mismas. Cuando Espartaco se dio cuenta de esto y de que si incluso él llegara a vencer algún día, sería necesario el mantenimiento de tales estructuras y, por lo tanto, el mantenimiento de una sociedad autoritaria, no libre (que a su vez contribuiría al nacimiento de un nuevo opuesto), decidió huir de la lógica del enfrentamiento, lo cual provocó que llegara a su última batalla, en un estado de desmotivación total, que precipitaría su derrota y su muerte.

Entrar en el juego del enfrentamiento significa contribuir al fortalecimiento de estructuras autoritarias de poder (dominación-sometimiento) y, por lo tanto, asegurar la supervivencia del sistema patriarcal autoritario, independientemente de la excusa que se utilice para justificar dicho enfrentamiento y el posterior uso de tales estructuras de poder (que serán la génesis del furturo opositor y, por lo tanto, del futuro enfrentamiento), pues lo importante no es quién o porqué se ejerce el poder, lo importante es que las estructuras de poder sigan siendo las mismas y el sistema (patriarcal-autoritario) sobreviva. El juego del enfrentamiento es ideal para someter a los seres humanos al productivismo (esclavismo), al verse éstos obligados a renunciar a su desarrollo como individuos, debido a la necesidad de defender continuamente un sistema de estructuras autoritarias para protegerse de un enemigo externo o interno (real o imaginario).

Se podría concluir que el juego del enfrentamiento siempre tiene el mismo resultado: la victoria de la sociedad patriarcal autoritaria y la esclavización de la inmensa mayoría del género humano, que se ve arrastrado hacia el laverinto del poder por la irracionalidad que provoca el enfrentamiento.

¿Qué hacer entonces?

Como ya dije al principio, mi función no es la de ideólogo ni la de moralista, por lo que no considero mi deber (es más, me parecería un alarde de prepotencia) aconsejar a nadie lo qué debe o no debe hacer y sobre cómo o de qué manera debe vivir, tan sólo soy un interprete de la realidad, que, según los conocimientos y los datos de los que dispone actualmente, trata de hacer un análisis lo más sincero y honesto posible, y compartirlo con todos aquellos a los que les pueda proporcionar una cierta utilidad, pues considero que el conocimiento de la verdad (o al menos su búsqueda) es, sin duda alguna, una de las luchas que más sentido puede llegar a dar a la existencia de los seres humanos. En este sentido, me gustaría terminar con una frase de Voltaire, en la que reflexiona sobre la importancia que, según él, debemos dar a los políticos y a la política y sobre quiénes y qué es lo que realmente debemos valorar.

Los políticos y los conquistadores, que no han faltado en ninguna época, suelen ser ilustres malvados. El respeto se debe a los que dominan los espíritus por la fuerza de la verdad, no a los que los convierten en esclavos mediante la violencia; a los que comprenden el universo, no a los que lo desfiguran. Voltaire (6).


Notas
(1) F. Nietzsche, “El ocaso de los ídolos”, La moral como contranaturalaza, tesis 3.
(2) El “juego social” provocado por las estructuras autoritarias de poder (económicas, jurídicas, militares, policiales, intelectuales…), propias del sistema patriarcal, conducen indefectiblemente al productivismo, al colocar por encima del desarrollo personal de los individuos la supervivencia del sistema, frente a los peligros que supuestamente le amenazan y que nacen del continuo enfrentamiento entre opuestos. Es como si se nos dijera: “Sí, podríais trabajar lo justo para vivir, pero es necesario que trabajéis más, que produzcáis más, pues de lo contrario, otros países nos superarán y nos devorarán”. Esta es la principal excusa sobre la que se legitima todo el orden social productivista de las sociedades patriarcales. Es decir, el productivismo es una consecuencia directa de la defensa llevada a cabo por el propio sistema frente a la oposición que lo amenaza.
Esta relación entre defensa de las estructuras autoritarias de poder (o del sistema patriarcal) y el productivismo (esclavismo) se puede apreciar con total nitidez en los grandes conflictos bélicos, donde los individuos, al verse impelidos a defender el sistema, frente a un enemigo que le amenazan, llevan a cabo un aumento de su productividad. Esto es lo que se conoce como economía de guerra.
(3) En este sentido debemos interpretar las filtraciones que el propio poder ha permitido (e incluso en algunas ocasiones realizado el mismo) sobre la intervención de los servicios secretos occidentales en los atentados de bandera falsa, atribuidos habitualmente a al-Qaeda, y que se han venido utilizando para justificar las invasiones militares de diversos países árabes. Tales filtraciones, junto a otras muchas, sobre diferentes "perversidades" cometidas por los dirigentes occidentales (invención de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, para justificar la invasión de dicho país; brutalidad en las prisiones de Guantánamo o Abu Ghraib; fraude farmacéutico de la gripe A), han tenido el objetivo de incrementar el odio de un determinado grupo hacia tales dirigentes, así como su deseo de derrocarles, consolidando de esta forma una fuerte oposición con la que seguir justificando las estructuras autoritarias de poder.
La revelación (perfectamente dosificada y controlada) de las "perversidades" cometidas por los dirigentes occidentales, podría llegar a tener también la función de justificar, un futuro cambio de gobernantes, e incluso un cambio de sistema político o económico (escenarios sobre los que se desarrolla el verdadero sistema), que conduciría nuevamente, en el momento que se considere oportuno (en función de las necesidades del poder), a una renovación y a un fortalecimiento de las estructuras autoritarias de poder (sistema patriarcal), con la excusa de salvaguardar el nuevo orden frente al viejo y a todas sus “perversidades”.
(4) Se provoca de forma artificial la ley del eterno retorno en el orden social (orden-kaos-orden), con el fin de perpetuarlo.
(5) Barry Strauss en “La guerra de Espartaco”, reinterpreta el significado histórico de la conocida como la rebelión de los esclavos. Por otro lado, la interpretación que aquí se hace sobre la causa de la derrota de Espartaco corresponde al filósofo español Félix Rodrigo Mora.
(6) Voltaire, “Cartas filosóficas y otros escritos”, Duodécima carta, Sobre el canciller Bacon.